Gritonas sí, boleteros no

Como parte de las celebraciones del segundo centenario de la Independencia de México, así como del primer centenario de la Revolución, Televisa está emitiendo una serie de programas especiales sobre la historia de México por el canal 2. Uno de ellos (causante de esta nota) trató sobre la historia de la Lotería Nacional, institución de beneficiencia pública con más de 200 años de antigüedad, fundada por el Rey Carlos III de España.

Parte fundamental de la Lotería son los niños gritones o Cadetes de la Fortuna, quienes han estado seleccionando los números ganadores desde el mismísimo primer sorteo, celebrado en 1771. La participación de los “niños gritones” en el proceso aleatorio del sorteo, representa el icono de transparencia y legalidad con que se desarrollan los sorteos, ya que ellos son los únicos que tienen acceso a la operación de las esferas que contienen los números y premios, además de fomentar la gran tradición en la historia de la Lotería Nacional.


Durante 231 años la Lotería contó únicamente con niños gritones varones pero, como podrán adivinar, esto incomodó a las feministas, quienes comenzaron a presionar para que se incluyera también a niñas cadetes. Así, a partir de 2001 inició la inclusión de niñas gitonas en los sorteos. Hoy en día la Lotería cuenta con 18 niños y 18 niñas gritones. El 50% de niños y 50% de niñas, mitad y mitad. Algo equitativo, igualitario; algo bonito.

Pero ¿qué sucede? Que el Gobierno del Distrito Federal, encabezado actualmente por Marcelo Ebrard Casaubón, peón del feminazismo, sólo contrata a mujeres como vendedoras de boletos del Sistema Colectivo de Trasporte - Metro.


¿Qué esperan para incluir un 50% de hombres y mujeres, como en el caso anterior? ¿Es que acaso las mujeres son más aptas para vender boletos? Desde luego que no. Al contrario, la opinión generalizada es que desempeñan pésimamente su trabajo. Se trata pues, de una clarísima muestra de discriminación sexual, mucho más grave que la que alguna vez pudo haber existido en la Lotería. ¿Por qué entonces, cuando las mujeres son mayoría no se observa la Ley General para la Igualdad ente Mujeres y Hombres? ¿Dónde están los promotores de las leyes "de cuotas"?

Espero que las feministas, igualitarias, tomen cartas en el asunto.